martes, 1 de noviembre de 2011

Vale, no puedo decir que es mi mejor amigo, ni que jamás me ha decepcionado, ni que siempre que estoy con él me olvido de los problemas. Sí puedo decir es que es la persona con la que más roces tengo a lo largo del año, del mes, de la semana y del día; que es la persona que más me saca de mis casillas; que a veces, incluso, deseo no hablarle más durante días. Pero también es cierto que es una de las pocas personas que siempre está ahí cuando más le necesito, y cuando no. Y, probablemente, la única persona que sabe exactamente qué decir y cómo hacerlo para que yo consiga sonreír, incluso estando con el ánimo a cien metros bajo tierra.
Me ha demostrado mucho más de lo que yo jamás le habría pedido.

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