lunes, 29 de agosto de 2011

Los días son unos cualquieras excepto cuando una fecha te marca algo especial. Son las 0:04 y he entonado 57 veces un "felicidades". El resultado ha sido 57 silencios. Te das cuenta que una persona falta en tu vida cuando hay tardes de verano incompletas, cuando el eco de una carcajada queda a años luz de tu banco rodeado de pipas. La palabra que necesito para felicitarte se ahoga en oídos mudos que nadie escucha o, lo que es peor, que nadie siente. Yo mataba monstruos por ti, pero no lo supe hasta que estuviste lejos de mi. Aún queda una porción de tarde, supongo que volveré a coser un felicidades sobre mis labios para ver cómo cae letra por letra en el olvido. Antes sabía que te tenía a cualquier hora, tú eras el 24 de mi día, el 60 de mi minuto. A veces no valoraba que me estabas esperando en la puerta de casa, pasé por alto el sabor de cada tarde fría. Nunca te dije te quiero mientras te miraba a los ojos. Y lo que más rabia te da: jamás me despedí de ti. Somos una distancia compartida que crece al unísono con nuestra edad, pero mientras tú cumples (años), yo desobedezco (fechas). Sin embargo, suelo pensar que el día de tu nacimiento también fue el mío porque años más tarde, cuando respiré por primera vez, alguien ya me estaba esperando a la vuelta de la adolescencia. Tú que me enseñaste a volar y yo que te enseñé a caer. Tú que decías "te echaré de menos" y yo que callaba "de menos te echaré".

domingo, 28 de agosto de 2011

Cualquier día de estos arranco el corazón y me voy de aquí, pero prometo dejarte un possit pegado en la nevera, para decirte donde no voy a estar, donde no vas encontrarme y donde no voy a querer verte, y te darás cuenta que no habrá ningún lugar apuntado porque en todas las direcciones me desvío aunque te tenga que seguir en dirección prohibida. Eres dos jodidos turnos sin salida. La autodestrucción más dulce, mi sonrisa preferida, y no quiero tus mejores noches si no me das tus buenos días. Pero aquí solo estoy perdiendo horas, minutos y segundos. Tengo demasiados daños colaterales por batallas perdidas, pero aun hay quien dice que la guerra aun no está perdida y yo no sé que decir ante tantos jaques mates suspendidos por puntos suspensivos que no finalizan ni el primer párrafo de toda esta historia. Maldita historia, que no para de sobre-escribirse, de tachar situaciones y borrar sentimientos, que ahora mismo se amparan en su derecho de permanecer en silencio porque cada palabra que digan puede ser utilizado en su contra. Y no he querido llegar hasta aquí para poner nombres ni etiquetas a algo que ha nacido solo y a lo bestia, pero tendré decirlo, decírtelo, aunque me delatara y me viera desnuda en sentimientos, pero algún día tendría que demostrarme que en realidad no soy tan cobarde y que soy capaz de mirarte a las pupilas y decirte que me estás enamorando, y que esa, es la peor de todas mis catástrofes.

lunes, 22 de agosto de 2011

When I’m with you, I act different. In a good way. I smile more and laugh more. I don’t have to pretend everything is okay when it’s really not. With you, I can drop the fake smile and put on a real one. I don’t feel hurt and alone when I’m with you. Instead, I feel safe and loved. You’re easy to talk to, and you listen to me. I don’t have to worry about holding back with you. I don’t feel self conscious. I don’t ever feel insecure or sad. you show me that you really do care, and you’re not just pretending. I really appreciate your company, because with you I’m different. With you, I’m happy.

domingo, 21 de agosto de 2011


Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción.

 
No puedes hacerme esto: aparecer y desaparecer. Estoy preparada para estar sin ti de forma permanente, soy capaz de hacerme a la idea de tu ausencia y vivir con ello. Me da igual, de verdad, me da igual. Pero lo que no quiero es tenerte un instante y al siguiente no y al siguiente tampoco y al siguiente, tal vez, volver a tenerte. No me compensa, no me compensas. Si quieres quedarte, quédate, sabes que eres bienvenido; pero si vas a irte, vete ya y hazlo rápido e indoloro. Arráncate de golpe de mí. Quiero un contigo o un sin ti, pero no lo que hay en medio.

Vale, solo es una pantalla, y ¡bag! no le voy a tocar ni nada, ni voy a compartir el aire con el, ni un simple ¡HOLA!, ¿cómo estás? Ni decirle lo mucha que le admiro, ni tampoco poder decirle que desde el primer día que le vi desde aquí dije: EXACTO, eso es lo que quiero, durante mucho tiempo, quiero eso que haces para que sonría con cualquier cosa que digas. Porque nunca nadie me ha quitado el sueño, te lo puedo asegurar nadie, hasta hoy, que solo lo has echo tu, sin hacer nada. Porque puede que solo este un poco obsesionada, o como quieras llamarlo, pero viéndote soy feliz, y te puedo decir que mucho. Nadie me ha echo saltar de la silla del ordenador así, solo tú. Pero de momento soy feliz viéndole desde aquí, sentada, viendo cada palabra suya en la pantalla. Por ahora me conformo, y mientras pueda seguir siendo así, me conformo más que nadie.


Siempre va ha haber una dispuesta a follar contigo, a quererte, tu eres indeciso, no sabes lo que quieres, y no puedo estar toda la vida comiéndome la cabeza, no soy perfecta ni mucho menos, nunca he dicho serlo, pero creo que me necesitas.

 
Que, si tienes que elegir entre dos personas, una que saca lo bueno y lo malo de ti, y entre otra que solo saca lo bueno, quédate con la que saca lo bueno y lo malo, por que eso es por que realmente le quieres.

sábado, 6 de agosto de 2011

La que te encontrarás por casualidad al salir del instituto. La que te llamará diciendo que tienes sólo diez minutos para vestirte y salir echando huevos de tu casa por que llevo ya casi cinco esperándote en la puerta. La que se enfadará contigo por razones menos que desconocidas pero que sólo tú entiendes. La que se picará pero al segundo te dirá que eres lo mejor que le ha pasado en la vida. La que te dejará una marca bien grande en la mejilla o el cuello. La que te dirá: ¡qué asco! Cuando te acerques a darla un beso y te escupirá en la cara. La que tendrá la piel de gallina cuando le beses la oreja. La que dejarás sin respiración cuando te acerques, más de la cuenta y la que dirá la misma tontería que piensas ahora mismo. La que te querrá, no sólo porque tengas la cara más bonita que haya visto en mi puta vida, si no por lo que hay detrás de todo eso y tu absurdo encanto.
La que quiere hacerte feliz, por encima de todo, incluso, por encima de ella.


El secreto para vivir mejor es reír y soñar.
 
Y no quiero conformarme con un gilipollas que le de igual si estoy borracha o estoy tirada en el sofá viendo una estúpida película de amor. Supongo que esto de las historias de amor, no me corresponden a mí, suele estar la típica chica con la cual a todos se les cae la baba. Y es ella quien hace que nadie se fije que estoy aquí, de que existo. De que aunque no sea perfecta por fuera cómo ella, puedo dejarte jodidamente tocado por dentro, que no quiere decir hundido, simplemente se que si me conocieras, podría dejarte huella, quizá una de esas que se borran, pero ojala fuera de esas que duran por siempre. Desvarío, ya lo se. Joder, solo pido poder subir al cielo, una vez más, poder recordar que se siente cuando estás ahí arriba, cuando ves a las personas cómo ínfimas hormigas a través de las nubes. Necesito un poco de vida, algo que me mantenga entretenida para no pensar en lo sola que estoy. Lo aparento bastante bien, nadie se da cuenta de que estoy un poco, bueno, demasiado perdida en medio de tanto alboroto. Que la vida poco a poco, se consume, como un maldito cigarro, y yo la estoy viviendo sin ti, sin el, sin esa persona que pueda hacerme feliz, esa que intento encontrar, esa que no aparece. Y no quiero cansarme, porque si me canso de buscar la felicidad... ¿Qué me queda?



Dar todo, y no recibir nada.




Llegó el día en el que me di cuenta de que la vida está para reírte de ella, y no con ella; Que si te caes, solo tienes que levantarte; que no te importe el pasado, pero que siempre lo tengas en cuenta, que la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, salir un sábado y estar sin pasta un domingo, gritarle a las personas que quieres y saber pedir perdón, tener las cosas claras y decidirte en el último momento, jugar con fuego y quemarte; hacer estupideces sin parar pero que no te importe lo que piensen los demás, ponerte guapa para el amor de tu vida y después pasar de él, abrazar a quien te abrace y a quien no quiera, pues no te abrazas, y punto, porque sentir dolor es inevitable, pero sufrir... Sufrir es opcional.