domingo, 21 de agosto de 2011


Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción.

 
No puedes hacerme esto: aparecer y desaparecer. Estoy preparada para estar sin ti de forma permanente, soy capaz de hacerme a la idea de tu ausencia y vivir con ello. Me da igual, de verdad, me da igual. Pero lo que no quiero es tenerte un instante y al siguiente no y al siguiente tampoco y al siguiente, tal vez, volver a tenerte. No me compensa, no me compensas. Si quieres quedarte, quédate, sabes que eres bienvenido; pero si vas a irte, vete ya y hazlo rápido e indoloro. Arráncate de golpe de mí. Quiero un contigo o un sin ti, pero no lo que hay en medio.

Vale, solo es una pantalla, y ¡bag! no le voy a tocar ni nada, ni voy a compartir el aire con el, ni un simple ¡HOLA!, ¿cómo estás? Ni decirle lo mucha que le admiro, ni tampoco poder decirle que desde el primer día que le vi desde aquí dije: EXACTO, eso es lo que quiero, durante mucho tiempo, quiero eso que haces para que sonría con cualquier cosa que digas. Porque nunca nadie me ha quitado el sueño, te lo puedo asegurar nadie, hasta hoy, que solo lo has echo tu, sin hacer nada. Porque puede que solo este un poco obsesionada, o como quieras llamarlo, pero viéndote soy feliz, y te puedo decir que mucho. Nadie me ha echo saltar de la silla del ordenador así, solo tú. Pero de momento soy feliz viéndole desde aquí, sentada, viendo cada palabra suya en la pantalla. Por ahora me conformo, y mientras pueda seguir siendo así, me conformo más que nadie.


Siempre va ha haber una dispuesta a follar contigo, a quererte, tu eres indeciso, no sabes lo que quieres, y no puedo estar toda la vida comiéndome la cabeza, no soy perfecta ni mucho menos, nunca he dicho serlo, pero creo que me necesitas.

 
Que, si tienes que elegir entre dos personas, una que saca lo bueno y lo malo de ti, y entre otra que solo saca lo bueno, quédate con la que saca lo bueno y lo malo, por que eso es por que realmente le quieres.

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